viernes, 22 de mayo de 2009

sin palabras

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Qué reloj más chulo

jueves, 21 de mayo de 2009

Revista para "padres y madres"

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miércoles, 20 de mayo de 2009

Revistas para padres y madres

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Éste es el apartado de "revistas" de la Confederación española de asociaciones de madres y padres de alumnos.

Qué hacer ante una rabieta 1

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Visto en cosas de niños

Las
rabietas son inevitables y aunque no sean perjudiciales no son plato de
gusto para ningún adulto. Antes de que estalle la tormenta,
tenga en cuenta la importancia de:



Escoger bien
sus batallas, que el tira y afloja con su hijo sea por algo que valga
la pena, no por un exceso de meticulosidad en su educación.


No aceptar pactos en temas que son innegociables, como
los relacionados con su seguridad, bienestar e integridad del
prójimo.


Dejarle
ejercer su derecho a elegir (un juego, una prenda de ropa, un cuento,
el orden de diversas actividades...) cuando sea posible. Esto le
ahorrará frustraciones y así el "tanque" no estará
lleno cuando llegue el momento de la explosión.


Reforzar el comportamiento correcto con elogios y su aprobación manifiesta.


Ayudar al
niño a expresar verbalmente el motivo de su enfado y consolarlo
con algunas palabras de aliento cuando recobre la calma.


Evitar las situaciones de riesgo como dejar que se canse en exceso, que no duerma lo que necesita y que no coma a sus horas.


En algunos
casos, si el niño está tan fuera de sí que se tira
contra el suelo o muebles y corre riego de lastimarse seriamente, una
buena opción es cogerlo en brazos e intentar calmarlo, porque es
posible que el primero en asustarse ante su propia reacción sea
él y no sepa cómo ponerle fin.


Mantener el sentido del humor. No reírse ante
su hijo pero si quizá a sus adentros ante los recursos
dramáticos que despliega. Puede parecer absurdo pero le
ayudará a relajarse ante uno de los momentos más tensos
que implica el cuidado del niño.

Qué hacer ante una rabieta 2

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Visto en cosas de niños

Completando el post anterior: Qué hacer ante una rabieta. Consejos. Incluyo los trucos para afrontar rabietas proporcionados por Tim Seldin en su libro: "Cómo obtener lo mejor de tus hijos".


 


No recurras a
la violencia y le des un bofetón o unos azotes. Esa es la manera
de enseñarle a ser violento con los demás.


No intentes reprimir físicamente a tu hijo en
medio de una rabieta a menos que esté a punto de salir corriendo
e invadir una calzada o que pudiera hacerse daño.


No recurras a
amenazas ni castigos. Cuando los niños se comportan de modo
irracional, amenazarle o castigarle es incrementar la crispación
existente.


No discutas. No puedes ganar en un debate a alguien que se comporta de manera irracional.


No intentes
que el niño se sienta violento ni ridiculices su comportamiento.
Podría hacerles lo mismo a otras personas en el futuro.


No intentes enfrentarte a una rabieta en publico.
Llévate al niño a otro sitio en privado. Es un detalle de
cortesía hacia los demás y, al mismo tiempo, te permite
manejar con mayor facilidad la situación.

Pesadillas, miedos y terrores nocturnos

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Visto en Cosas de niños


Recién nacido a los dos años: ¿tienen pesadillas?



No las tienen, o al menos no tal y como nosotros
entendemos las pesadillas. No hay por qué angustiarse si vemos
que el niño se agita o patalea mientras duerme. El sistema
nervioso del pequeño presenta una inmadurez que suele hacerse
mucho más palpable durante la hora del sueño y se
evidencia de esa manera, pataleando y agitándose. Las fases del
sueño, de las que ya hablamos en el post sueño activo y
sueño pasivo, se pueden llegar a superponer a causa de esa falta
de madurez y en consecuencia originan estos movimientos, dando la
sensación de que tienen un sueño poco agradable.



La conclusión es que los bebés no tienen
pesadillas y que todos los signos que lo parecen indicar, simplemente
son la evolución del sistema nervioso que poco a poco toma las
riendas de las fases del sueño.



A partir de los 2 años:



 Las angustias que el niño siente durante el día se manifiestan de noche en forma de pesadillas o miedos nocturnos.
Las pesadillas son sueños que producen miedo y no podemos evitar
que las tengan, pero sí podemos brindarles nuestro apoyo y
vigilar la información que reciben durante el día.



Aparecen alrededor de los dos años, pero son más habituales entre los tres y los seis.
Son sueños largos que ocurren generalmente en el último
tercio de la noche. Mientras hay niños que las tienen muy
seguido, algunos nunca tienen pesadillas y otros las sufren durante una
etapa y luego desaparecen. Normalmente, tienden a disminuir con el paso
del tiempo.



Pueden presentarse como consecuencia
de un cambio radical en su pequeño mundo, algo que los hace
sentir desconcertados como un nuevo bebé en la familia, una
mudanza, la separación de los padres, el cambio de colegio,
situaciones que les causan inseguridad o alguna circunstancia nueva en
su vida que pueda causarle estrés, así lo manifieste de
día o no.



Los niños mayores también pueden tener
pensamientos de miedo o pesadillas por la noche después de haber
oído un cuento que les asustó o haber visto en la tele
algo violento que les hubiera perturbado. Monstruos, bichos y otras
cosas raras se les aparecen por las noches.



 



Prevención: Los padres deben estar atentos a lo que miran sus hijos en la tele, especialmente antes de la hora de irse a dormir.
Estar preparados:
Como las pesadillas no se pueden evitar y no avisan cuando vienen, los
padres deben estar seguros de oír a sus hijos por si lloran
durante la noche. Y acudir enseguida.
Atender a los niños: Los padres deben atender a sus hijos lo mas pronto posible. Los niños necesitan de ayuda y de consuelo.
Tranquilizar al niño:
Los niños deben sentirse protegidos. Háblales con voz
calmada y confortante y que sepan que te quedarás con él
si así lo desea, pero que está bien que vuelvan a
dormirse.
Quedarse con el niño: Se debe quedar con él hasta que se haya calmado y vuelvan a dormir.
Mantener la calma:
Aunque sea desconcertante para los padres el ser despertados
súbitamente por gritos y el llanto de sus hijos, hay que
mantener la calma. Los niños notarán si los padres se
encuentran nerviosos. Y no les servirá de nada. Solo los padres
calmados podrán ayudar a sus hijos.
Charlar acerca de la pesadilla:
Si los niños desean podréis charlar con ellos acerca de
sus pesadillas. Los padres deben ayudar a sus hijos para que piensen y
discutan formas de sobreponerse a las cosas que en el sueño los
asustaron. Deben ayudarlos a que inventen un final feliz para el
sueño.



 



Lo que NO se debe hacer:



- No los despierte. Si los niños lloran pero
todavía están dormidos no es necesario despertarlos.
Debes quedarse con sus hijos hasta que despierten o se vuelvan a dormir
en paz
- No los lleva a su cama. Y tampoco se suba a la cama de
ellos. Esto puede dar a los niños la impresión de que
deben temer a sus propias camas y darles malos hábitos.
- No
les diga que las pesadillas no son reales. Tampoco decirles que fue
"solo un sueño". Lo que si pueden hacer los padres es
explicarles lo que es un sueño y que todos lo tenemos.



 



A diferencia de las pesadillas o de los miedos nocturnos, los terrores nocturnos
son episodios en los que el niño puede llegar a gritar, sudar o
correr por toda la casa sin recordar nada al día siguiente.



Los terrores nocturnos afectan a un 3% de los
niños, principalmente entre los 4 y 12 años, se resuelven
espontáneamente en adolescencia. Suelen aparecer a primeras
horas de la noche. El niño está agitado, llora, grita,
suda y se percibe que está angustiado. En los terrores
nocturnos, muy frecuentemente, el niño no recordará nada
de lo que le ha causado ese malestar, por tanto no se les debe
interrogar esperando que nos cuenten lo sucedido. Si insistimos no
generaremos más que confusión. Hay que diferenciarlo de
las pesadillas, que se producen más frecuentemente al final de
la noche, y donde el niño puede contarnos lo que ha vivido en el
sueño (ensueño).. Los terrores nocturnos pueden ser
desencadenados por fiebre, falta de sueño y medicamentos que
actúen a nivel del sistema nervioso central.

martes, 19 de mayo de 2009

APRENDIENDO A SER PADRES

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Redes 30: Aprendiendo a ser padres (30 minutos) visto en Smartplanet



Redes 30: “Aprendiendo a ser padres” se emitió el domingo 17/05.


¿Quién nos enseña a ser padres?
¿Qué hay que saber para convertir un bebé en un
adulto sano? La relación entre padres e hijos en los primeros
años de vida de los niños tiene una importancia
fundamental según están demostrando los
psicólogos. La ciencia aporta nuevas pistas para una
educación más emocional y más provechosa de los
niños. Eduardo Punset visitó a Jay Belsky, psicólogo experto en el desarrollo del niño y en las relaciones de familia, para discutir sobre estos temas.

Orientaciones para niños lentos

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Visto en escuela de padres


1º. En primer lugar, habría que considerar si es
necesario realizar una valoración con profundidad por unos
especialistas del problema. Desde mi punto de vista, la
evaluación de la situación debería realizarse
cuando el hecho de “ser lento”, afecta de manera
significativa en la vida cotidiana y escolar del niño/a, en la
relación con otras personas o en su estado emocional. Si
efectivamente parece que afecta en uno de esos ámbitos, entonces
el niño debería ser valorado.


2º. La valoración pasa, en primer lugar, por descartar
algún problema médico, que normalmente suele estar
relacionado con niveles bioquímicos alterados; por el ejemplo el
hierro, tiroides… En este caso, el pediatra sería el
primer especialista al que acudir. A continuación una
evaluación psicopedagógica puede orientar las
dificultades de funcionamiento cognitivo (normalmente la velocidad de
procesamiento), los puntos fuertes y débiles del niño. La
evaluación psicopedagógica la pueden realizar los
orientadores escolares, psicólogos o neuropsicólogos.


3º. En cualquier caso, una medida a adoptar desde casa consiste
en simplificar ciertos procesos para hacerlos más ágiles:
preparar la ropa para el día siguiente la noche anterior,
preparar la cartera, reducir el número de objetos a utilizar
(por ejemplo, en estos casos no es conveniente usar muchos cuadernos o
bolígrafos de diferentes colores). En todos los aspectos
simplificar y reducir.


4º. Unido a lo anterior, es conveniente reducir al
máximo los distractores. Si un niño es lento para
arreglarse por la mañana, si encima le ponemos la
televisión, será todavía más lento. Puede
acelerar la velocidad si le decimos: “cuando te vistas ponemos la
tele…”


5º. Aumentar el tiempo previsto para realizar actividades
cotidianas. Si se necesita más tiempo para vestirse, arreglar la
habitación o llegar a un lugar, hay que tener previsto un cierto
margen de tiempo y a veces eso implica madrugar un poco más.


6º. No son efectivas las llamadas de atención continuas
y críticas a los niños lentos. No suelen motivarlos
más, al contrario, los desalientan. Es preferible buscar
estrategias para marcarles el ritmo y tener referencias. Por ejemplo,
dividirle en pasos las tareas y marcarle tiempos para cada uno de esos
pasos. Las canciones pueden ser un marcador de tiempo efectivo:
“debes recoger la mesa en el tiempo que dura esta
canción”.


7º. En el aspecto cognitivo, tareas breves en las que se le
pide al niño que intente reducir los tiempos de ejecución
también son una forma de estimular la velocidad de
procesamiento. Por ejemplo, las fichas de atención o de
velocidad lectora de la colección Estimular y Aprender, cuando
se siguen las normas que aparecen en la guía didáctica
para mejorar la velocidad de procesamiento, van a resultar efectivas.


8º. Respecto a los niños que son lentos para realizar las tareas escolares hay diferentes alternativas:

- Tener en cuenta la cantidad que se les manda según su ritmo de trabajo

- Simplificar algunos procesos como ejemplo, no obligarles siempre a copiar los enunciados de los ejercicios.

- Dejarle otras alternativas para ciertas actividades: ejercicios
escritos con el ordenador mejor que a mano, pruebas orales…

- Secuenciarle las actividades, esto es, que las realice una a una
y las enseñe cada vez que finaliza una actividad. Si se le deja
todo el tiempo para realizar varias actividades es posible que no lo
aproveche.


9º. Por supuesto, en estos casos es clave que el niño duerma lo suficiente y tenga una alimentación adecuada.


Para empezar, puede ser suficiente. Espero que estas orientaciones les ayuden a los que se encuentran con este problema.

domingo, 17 de mayo de 2009

APRENDIENDO A SER PADRES

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por Eduard Punset en http://www.eduardpunset.es

Hace muy pocos años, nadie pensaba que lo que les pasaba a los
niños influiría en cómo se comportarían
cuando fueran adultos. Nadie veía esta relación
misteriosa entre la infancia y el comportamiento de los adultos. Lo que
hemos descubierto -y esto todavía no se sabe en la calle de
manera suficiente- es que, una gestión deficiente, privada de
cariño y de inteligencia, de las emociones de un niño, en
edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento de
este niño cuando es adulto.

Por ello, este domingo, 17 de mayo, hablamos en Redes con Jay Belsky,
psicólogo de la Universidad de Londres y uno de los mejores
especialistas del mundo sobre psicología familiar, para que nos
enseñe a ser mejores padres.

Os dejo algunas reflexiones que grabé en Londres después de hablar con Belsky.






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martes, 12 de mayo de 2009

ESCUELA DE PADRES

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Visto en Departamento de Orientación

escuela de padres

Descargate los materiales de la escuela de padres

escuela de padres

AUTORES:
Victoria Fresnillo Poza.
Rosario Fresnillo Lobo.
María Lourdes Fresnillo Poza.
COORDINACIÓN TÉCNICA:
Departamento de Prevención y Familia.
Área de Servicios Sociales.
Ayuntamiento de Madrid.
EDITA:

Área de Servicios Sociales. Ayuntamiento de Madrid.



Peleas entre hermanos

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Visto en parasaber.com
Las peleas entre hermanos, ¿cómo evitarlas?

Las peleas entre hermanos, ¿cómo evitarlas? - Foto: Brothers © Tom Perkins

Por qué parece imposible que se porten bien a la vez. Cuando uno se porta bien el hermano parece hacer lo posible por interrumpir la paz familiar.

A menudo, si nos paramos a pensar, siempre sale el mismo mal parado. Suele ser el mayor el que paga el pato, ya que los padres tenemos la tendencia a proteger al menor. Pero ¿es justo? Todas estas preguntas nos invaden cuando llevamos una temporada de contínuas riñas y discusiones familiares.

Mi consejo sobre este tema es el siguiente:

Para poder fomentar el vínculo afectivo entre hermanos es imprescindible no castigar sólo a uno, ya que cuando hay una pelea tan culpable es el que provoca como el que salta.

Así que cuando hay algún problema, se programa un espacio de "tiempo- muerto" como en el baloncesto, en el que los hermanos se van cada uno a su "rincón de pensar", el lema de la familia es los "hermanos no se pelean". Cuando se actúa de esta manera de forma regular, se consigue que ellos intenten portarse bien para no dejar de jugar y dejan de "chincharse" entre ellos para que castigues a uno u otro.

El lugar que ocupa cada uno de los hijos condiciona su manera de ser, los hermanos mayores son más "responsables", los medianos más "payasos", y los pequeños suelen ser los "mimados". La explicación se la debemos a las estrategias que necesitan cada uno dependiendo de su lugar en la familia para poder destacar y llamar la atención de sus padres.



martes, 5 de mayo de 2009

La evolución del grafismo en el niño

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Visto en parasabermas.com

El niño, durante su desarrollo intelectual, va incorporando diferentes aptitudes de coordinación entre los ojos y las manos que le permiten evolucionar en sus producciones gráficas.
Alapay

Alapay -

El grafismo en los niños
amplicar fotogaleria

El grafismo en los niños - Foto:

Ver fotogalería

Al principio, en sus primeros garabatos se aprecian diferentes trazos, y colores. Poco a poco va descubriendo que es capaz de representar aquello que ve. Y van apareciendo en sus dibujos aspectos que al niño le llama la atención.

En esta primera etapa, observamos distintos dibujos de niños muy pequeños, en los que apreciamos diferencias.

Trazos redondeados y colores azulados como el de Alapay o trazos puntiagudos y colorido rosa como el de Irene.

También nos dibujan Nina o Arianna en monocolor. O el de este niño que no pone su nombra pero es una rayota negra que se tacha a sí misma. Todas ellas nos hablan de personalidades que evolucionan a distinto ritmo.

Los colores azules y, en general, los colores secundarios nos hablan de niños pacientes, prudentes y a veces un poco tímidos. Los colores primarios, rojos, amarillos, etc... nos indican personalidades impulsivas, con mucha iniciativa y curiosidad.



Cómo hacer que los niños ayuden en casa

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Visto en parasaber.com

A los más pequeños les encanta colaborar y sentirse útiles e implicados en las tareas domésticas, hay que aprender a utilizar esta energía y sacarle provecho.

Los niños pueden ayudar

Los niños pueden ayudar - Foto: GALINA BARSKAYA - FOTOLIA.COM

- Hay que estar dispuesto a invertir un poco más de tiempo

- Tener presente que se les puede caer o estropear algo y prevenirlo.

- Si están aprendiendo, no hay que reñirles sino enseñarles.

- Convertir lo cotidiano en un juego.

- Poner en una pizarra las reglas del juego, para evitar equívocos.

- Y ser constantes.

Los niños aprenden motivándoles, imitando y gracias a la repetición. La primera tarea será ordenar los juguetes; tengamos en mente a Mary Poppins y convirtamos el orden en un divertido juego. Los juguetes grandes en la caja grande, los pequeños en la caja pequeña. Los rojos con los rojos y lo coches con los coches. Los animales de granja no los mezclamos con los salvajes y las muñecas las ordenamos por tamaños, de la más grande a la más pequeña. Ordenamos y aprendemos a la vez. Clasificar ayuda a y estructurar la mente, es un buen y saludable  ejercicio.

Cuando son un poquito mayores, lo pasan bomba ayudándote en la cocina, un pizza o un pastel pueden ser la excusa perfecta para una tarde de diversión en la cocina. Grandes dosis de paciencia, nos ayudarán y sobretodo no tener prisas y nada pendiente. Los niños agradecerán nuestra dedicación con su expresión de alegría.

Su implicación en estas tareas refuerza los vínculos afectivos que existen entre padres e hijos ya que se sienten parte activa de la familia y es importante fomentarlo.

En la siguiente etapa, a partir de los 7 años, los niños pueden empezar a hacer recados, ir a por el pan o el periódico, bajar la basura o hacerse la cama. Poco a poco han de ir asumiendo responsabilidades. Así les ayudamos a crecer y las vacaciones son uno de los mejores momentos para ponernos manos a la obra. Tenemos tiempo y estamos relajados, así que no dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy.



 

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